Platón

Platón (428-348 a.C.) nace en Atenas en el seno de una familia aristocrática. Su verdadero nombre era Aristocles, pero recibió el apodo de Platón, que significa "el de anchas espaldas", debido a su constitución física. Descendiente de una antigua familia noble, estaba emparentado con Solón, el legendario legislador ateniense.

Juventud y encuentro con Sócrates

Durante su juventud, Platón recibió la educación propia de los jóvenes aristócratas atenienses: gimnasia, música, gramática y matemáticas. Inicialmente mostró interés por la poesía y escribió tragedias, pero su vida cambió radicalmente cuando, a los veinte años, conoció a Sócrates y se convirtió en su discípulo más destacado.

La muerte de su maestro en el año 399 a.C. marcó profundamente al joven filósofo. Convencido de que la condena de Sócrates evidenciaba la corrupción del sistema político ateniense, Platón abandonó definitivamente sus ambiciones políticas para dedicarse por completo a la filosofía. Esta experiencia también influyó en su concepción del Estado ideal, donde los filósofos deberían gobernar.

Viajes y formación filosófica

Tras la muerte de Sócrates, Platón emprendió varios viajes que enriquecieron su formación intelectual. Visitó Megara, donde conoció al filósofo Euclides, y posteriormente viajó a Egipto, donde estudió las tradiciones sacerdotales y matemáticas. Sus viajes lo llevaron también a Cirenaica, donde conoció al matemático Teodoro.

El viaje más significativo fue a la Magna Grecia y Sicilia, donde entró en contacto con la escuela pitagórica y conoció a Arquitas de Tarento. En Siracusa tuvo su primer encuentro con Dionisio I, tirano de la ciudad, experiencia que resultó desastrosa y que se repetiría posteriormente con su hijo Dionisio II. Estas experiencias confirmaron sus ideas sobre la incompatibilidad entre la filosofía y el poder político corrompido.

La Academia y el método dialéctico

Hacia el año 388 a.C., Platón fundó en Atenas su famosa Academia, considerada la primera institución de enseñanza superior de Occidente. Ubicada en los jardines dedicados al héroe Academo, la escuela funcionó ininterrumpidamente durante más de novecientos años, hasta su cierre por el emperador Justiniano en el 529 d.C.

En la Academia se enseñaban matemáticas, astronomía, música y, especialmente, filosofía mediante el método dialéctico heredado de Sócrates. Platón perfeccionó este método, convirtiéndolo en un instrumento riguroso para alcanzar el conocimiento verdadero a través del diálogo y la argumentación racional. La inscripción en su entrada rezaba: "Que no entre nadie que no sepa geometría".

Teoría de las Ideas y filosofía política

La contribución más original de Platón a la filosofía fue su Teoría de las Ideas o Formas. Según esta doctrina, existe un mundo inteligible de Ideas eternas e inmutables, del cual nuestro mundo sensible es apenas una copia imperfecta. Las Ideas constituyen la verdadera realidad, siendo la más elevada la Idea del Bien, fuente de toda verdad y conocimiento.

En el ámbito político, Platón desarrolló en "La República" su concepción del Estado ideal, donde propone una sociedad dividida en tres clases: gobernantes-filósofos, guardianes-guerreros y productores. Solo los filósofos, que han contemplado la Idea del Bien, están capacitados para gobernar justamente. Esta obra, junto con "Las Leyes", estableció las bases de la filosofía política occidental.

Legado y influencia

Platón murió en Atenas hacia el año 348 a.C., a los ochenta años de edad, dejando una obra inmensa compuesta principalmente por diálogos donde Sócrates aparece como protagonista principal. Sus escritos abarcan prácticamente todas las áreas del conocimiento: ética, política, metafísica, epistemología, estética y cosmología.

La influencia de Platón en el pensamiento occidental ha sido inmensa y perdurable. Su filosofía influyó decisivamente en el cristianismo a través de los Padres de la Iglesia, en el Renacimiento y en la filosofía moderna. Como afirmó Alfred North Whitehead, "toda la filosofía occidental no es sino una serie de notas al pie de página a los diálogos de Platón".

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