Sócrates

Sócrates

En el año 470 a.C. nace el filósofo griego Sócrates. Hijo de Faenarete, una comadrona, y de Sofronisco, un escultor. Nace en el seno de una familia de clase media, emparentada con Arístides el Justo, un político y militar ateniense.

Infancia y juventud

Poco se sabe sobre la infancia de Sócrates. Se conoce que recibió educación elemental, recibió educación sobre lectura de los poetas tradicionales, cálculo elemental, música y gimnasia.

Desde muy pequeño se sintió atraído por la ciencia. Intentó seguir el camino de su padre, pero la afluencia de sofistas en Atenas atrajo poderosamente su atención. Estos personajes impresionaban al público con actitudes teatrales y vestuarios llamativos. A través de la retórica podían defender o refutar cualquier verdad, por buena o mala que fuese. Se jactaban de poseer verdades y conocimientos universales, pero por medio de discusiones capciosas acababan por negar dichas verdades. Sócrates se acercaba a los sofistas tratando de aprender su ciencia. Sin embargo, al descubrir que estos sólo negaban la ciencia, aprendió dialéctica para retar a los sofistas con sus propias armas.

El objeto de la reflexión filosófica estaba, en ese entonces, centrada en el ser humano y la sociedad. Sócrates se inició en la filosofía estudiando a sofistas de la época, pero pronto se inclinó hacia temas más propios de la sofística.

Familia

Nace en Atenas en el año 470 a.C. Hijo de Sofronisco y Faenarete, y está emparentado con Arístides el Justo. Poco se sabe de su vida, no se le conocieron hermanos, pero sí hijos.

Si bien hay discrepancias en cuanto al número de esposas, se sabe que se casó con Xantipa a una edad algo avanzada. Se sabe que tuvo 2 hijas y 1 hijo, aunque hay discrepancias en cuanto a las madres de sus hijos. Xantipa fue su última esposa y madre de Lamprocles. No se conoce con exactitud los nombres de sus otros dos hijos, pero se cree que fueron Sofronisco y Menéxono.

No se sabe con certeza la clase de padre que fue Sócrates. Si bien no se le acusa de mal padre, tampoco fue un padre devoto ni dedicó a sus hijos la misma atención que a sus discípulos.

Vida y Obra

A pesar de haber tenido numerosos seguidores, no escribió sus pensamientos ni creó una escuela filosófica. Las escuelas socráticas surgen por iniciativa de sus discípulos y seguidores.

Todo cuanto se sabe de él proviene de 3 contemporáneos suyos: Jenofonte, Aristófanes y Platón. Jenofonte nos muestra un Sócrates moralista y práctico, interesado en la formación de hombres de bien. Aristófanes nos brinda un retrato de Sócrates en su obra "Las nubes", donde lo muestra como un sofista burlesco y jocoso.

En sus "Diálogos", Platón nos muestra una imagen casi idealizada de Sócrates.

El rechazo del sofismo lleva a Sócrates a la búsqueda de la verdad universal, la cual pretendía alcanzar a través de la inducción. La búsqueda de la verdad universal se le aparece como un problema moral y la superación del relativismo.

La ausencia de escritos propios de Sócrates se debe a que enseñaba paseándose por plazas públicas, hablando con la gente a quienes sometía a interrogantes utilizando el juego de la ironía para poder llevarlos a las respuestas. Utilizó, mayormente, la mayéutica, logrando llevar a sus interlocutores a alcanzar por sí mismo la verdad. El método socrático es, en esencia, un método para buscar la verdad por sí mismo. Predicaba que la verdad se encontraba en el alma del ser humano, y utilizaba el diálogo para que el propio sujeto descubriera la verdad oculta dentro del alma.

Sócrates desarrolla un método basado en el diálogo, la "dialéctica", con la cual, a través del razonamiento inductivo se logra la definición universal del objeto de investigación. La dialéctica consta de 2 partes: la ironía y la mayéutica. La primera parte busca reconocer nuestra propia ignorancia. La segunda consiste en la búsqueda de la verdad.

Sócrates no pretendía divulgar ninguna doctrina, sino lograr el conocimiento de la verdad y la naturaleza de la virtud para alcanzar la fuerza del carácter, el dominio de sí y la justicia para con los demás. Una de sus máximas fue: "Sólo sé que no sé nada". De esta manera pretendía que el ser humano partiera de la ignorancia para ir en búsqueda de la verdad. Su segunda máxima fue "Conócete a ti mismo". Dicha máxima fue inscrita en el frontón del templo de Delfos, y resume la finalidad del estudio filosófico: conocer la naturaleza de la virtud y el vicio para lograr hombres virtuosos.

La preocupación de este filósofo radicaba en la formación moral del ciudadano. Postulaba que no hay malos por naturaleza, sino que había ciudadanos que obraban mal por tener un concepto erróneo del bien.

Con su actitud Sócrates conquistó odios y enemistades entre sus congéneres, lo que le valió la condenación. Fue acusado de hereje y corruptor de la juventud. Fue enjuiciado y obligado al destierro o a la muerte.

Últimas horas de Sócrates

Luego de ser sentenciado a morir por medio de la ingestión de cicuta, Sócrates es encerrado en prisión a la espera de la ejecución. En sus últimos momentos Xantipa lo acompaña y rompe en gritos y llantos al ver llegar a los amigos y discípulos de su marido.

Al ver llegar a sus amigos, Sócrates se acerca a ellos para dar un último adoctrinaje. El despego del vivir podía convertirse en una epidemia, y no quería que eso se confundiera con el suicidio.

El filósofo se opone a la religión de la época que consideraba al cuerpo como la tumba del alma y que para lograr la libertad había que huir de ella. Entre sus últimas palabras, afirma que Los dioses son nuestros amos, somos tan suyos como si fuéramos su rebaño y ellos nuestros pastores. No podemos, por tanto, disponer de nosotros mismos ni hacernos daño.

El hecho de encontrarse sereno ante la proximidad ante la muerte, y la afirmación de que la muerte es deseable, provoca confusión entre sus discípulos. Lo que buscaba Sócrates, como lo hizo a lo largo de su vida, era encontrar un equilibrio tan incomprensible para sus discípulos.

Cuando se le pregunta por su entierro, Sócrates responde: "Como queráis, que no me escaparé de vuestras manos".

Finalmente muere en el año 399 a.C., no sin antes dejar pensamientos profundos y un cambio en el pensamiento de la época. Pensamiento que fue retomado por muchos de sus contemporáneos y discípulos, entre ellos, el más importante, Platón.